(Por Luis)Como el enamorado de la lengua castellana que soy, aplaudo fervorosamente la campaña que lleva adelante el cantante Juanes con la compañía Pepsi. El tema me hizo recordar un post que escribí hace algunos meses, precisamente con el título “Aquí se habla español”.
"No tengo nada en contra del inglés, idioma que no domino, pero que muchas veces tengo que usar por cuestiones de trabajo. Sin embargo, soy un enamorado de mi lengua materna, y quizá por eso me resisto a ser parte del aplastante proceso que se evidencia cada día más en nuestra forma de comunicarnos y de sustantivar.
A lo largo de no pocos años el inglés fue apoderándose sigilosamente de un espacio importante en nuestro lenguaje cotidiano hasta reemplazar por completo a los vocablos en español con el mismo significado. Casi sin darnos cuenta empezamos a decir “break” en vez de “receso”. Ahora buscamos un trabajo “part time”, y no “a medio tiempo”, o “full time”, y no “a tiempo completo”. Ya nadie pide un “cojín” de shampoo, sino un “sachet”. Y hasta una controvertida conductora de televisión ha recogido una exclamación muy de moda entre las jovencitas cuando una noticia las sorprende: “whaaaattttt!”, en vez de ¡queeeee! En fin, ejemplos sobran.
A mediados de la década de los noventas, el fenómeno de la globalización hizo que el conocimiento del inglés dejara de ser un valor adicional a la formación profesional para convertirse en un pre-requisito de la misma. Sin embargo, este proceso fue más allá y en muchos casos el inglés sustituyó al castellano. La poderosa internet e incluso el gigantesco crecimiento de la televisión por cable, terminaron de abonar un fértil terreno para los anglicismos.
Intentaré acercar lo que trato de decir al medio que estoy utilizando. En la mayoría de las bitácoras latinas y en nuestro caso, peruanas, casi todos los bloggers usan gran cantidad de palabras y frases en inglés. Incluso redactan posts enteros en ese idioma, que no es el suyo. No es mi intención criticar esta costumbre, pues no tiene nada de mala, pero –al menos para mí– sí bastante de singular. Por ejemplo, me he topado con algunos post en los cuales la gramática es perfecta cuando se redacta en inglés, pero pésima cuando se usa el castellano.
Sería obtuso negar que el conocimiento del inglés es vital para nuestro desarrollo individual e incluso social, puesto que constituye el idioma universal en cuanto a conocimiento y tecnología. Pero considero que no por ello debería desplazarse el cultivo del castellano. Incurrir en este tipo de discriminación lingüística –desde mi humilde punto de vista– no tiene otro nombre que alienación.
El castellano es un idioma hermoso, inacabable y elegante. Si China no tuviera tantos millones de habitantes, nuestra lengua sería la más hablada en el mundo. Sin embargo, los latinos nos empeñamos cada vez más en mejorar nuestro acento y aumentar nuestro vocabulario en inglés, y nos preocupamos cada vez menos en hablar y escribir correctamente nuestro propio idioma. Eso es lamentable".
"No tengo nada en contra del inglés, idioma que no domino, pero que muchas veces tengo que usar por cuestiones de trabajo. Sin embargo, soy un enamorado de mi lengua materna, y quizá por eso me resisto a ser parte del aplastante proceso que se evidencia cada día más en nuestra forma de comunicarnos y de sustantivar.
A lo largo de no pocos años el inglés fue apoderándose sigilosamente de un espacio importante en nuestro lenguaje cotidiano hasta reemplazar por completo a los vocablos en español con el mismo significado. Casi sin darnos cuenta empezamos a decir “break” en vez de “receso”. Ahora buscamos un trabajo “part time”, y no “a medio tiempo”, o “full time”, y no “a tiempo completo”. Ya nadie pide un “cojín” de shampoo, sino un “sachet”. Y hasta una controvertida conductora de televisión ha recogido una exclamación muy de moda entre las jovencitas cuando una noticia las sorprende: “whaaaattttt!”, en vez de ¡queeeee! En fin, ejemplos sobran.
A mediados de la década de los noventas, el fenómeno de la globalización hizo que el conocimiento del inglés dejara de ser un valor adicional a la formación profesional para convertirse en un pre-requisito de la misma. Sin embargo, este proceso fue más allá y en muchos casos el inglés sustituyó al castellano. La poderosa internet e incluso el gigantesco crecimiento de la televisión por cable, terminaron de abonar un fértil terreno para los anglicismos.
Intentaré acercar lo que trato de decir al medio que estoy utilizando. En la mayoría de las bitácoras latinas y en nuestro caso, peruanas, casi todos los bloggers usan gran cantidad de palabras y frases en inglés. Incluso redactan posts enteros en ese idioma, que no es el suyo. No es mi intención criticar esta costumbre, pues no tiene nada de mala, pero –al menos para mí– sí bastante de singular. Por ejemplo, me he topado con algunos post en los cuales la gramática es perfecta cuando se redacta en inglés, pero pésima cuando se usa el castellano.
Sería obtuso negar que el conocimiento del inglés es vital para nuestro desarrollo individual e incluso social, puesto que constituye el idioma universal en cuanto a conocimiento y tecnología. Pero considero que no por ello debería desplazarse el cultivo del castellano. Incurrir en este tipo de discriminación lingüística –desde mi humilde punto de vista– no tiene otro nombre que alienación.
El castellano es un idioma hermoso, inacabable y elegante. Si China no tuviera tantos millones de habitantes, nuestra lengua sería la más hablada en el mundo. Sin embargo, los latinos nos empeñamos cada vez más en mejorar nuestro acento y aumentar nuestro vocabulario en inglés, y nos preocupamos cada vez menos en hablar y escribir correctamente nuestro propio idioma. Eso es lamentable".
1 comentario:
No hay que negar que el idioma inglés nos beneficia para muchos casos...pero algo es importante al menos para mi... que es, el de usarlo al menos para sacarle provecho en el lado lucrativo, ya que si no sabes inglés para un trabajo entonces no sabes escribir...ahora de ahí a quererlo usar como lengua madre es una falsedad...
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